Paper Girls es una serie que se publica bajo el sello Image, escrito por uno de los mejores escritores de la actualidad, Brian K. Vaughan, quien nos ha entregado grandes obras como Y, The last man, Ex Machina, Runaways, Los Leones de Bagdad, The Private Eye y Saga, apoyado en los lápices por Cliff Chiang, que ya nos entregó su arte en Human Target, Green Arrow/Black Canary, y su sensacional Wonder Woman en The New 52, tal vez la mejor serie de DC de esa etapa; además colabora de manera magistral Matt Wilson (Phonogram, The Mighty Thor, Runaways) en los colores.
Paper Girls es protagonizada, en los años 80´s, por cuatro niñas de 12 años, que se dedican a repartir periódicos en bicicleta (Paper girls) en un poblado de imaginario de Cleveland, Ohio, las chicas son:
Erin Tieng, de ascendencia asiática, católica, es la chica nueva del barrio, recién ingresada al grupo de repartidoras de periódico del pueblo.
MacKenzie “Mac” Coyle, chica irlandesa, fumadora empedernida, fue la primera chica en ser repartidora en el poblado de Stony Stream, homofóbica.
Karina “KJ” J. niña judía, carga siempre con su palo de hockey, ya que es amante de ese deporte, considerada la inteligente del grupo, asiste a una escuela privada.
Tiffany Quilkin, es afroamericana y adoptada, una jugadora obsesiva que ama a sus walkie-talkies, va a la misma escuela católica que Erin.
Todo comienza en la mañana del 1 de noviembre de 1988, primer día de trabajo de Erin, la cual es invitada por las otras tres niñas a unírseles para repartir más rápido sus periódicos, además de cuidarse de aquellos muchachos problemáticos que puedan seguir en las calles por la noche de Halloween, sin embargo las chicas son atacadas por un grupo de adolescentes, quienes roban uno de los walkie-talkies de Tiffany, por lo que las chicas deciden seguirlos hasta una casa, para recuperar el aparato, llegando hasta un sótano donde descubren una máquina del tiempo y que los adolescentes son viajeros del tiempo en guerra con un grupo antagonista conocido como los “Old-timers” todo por la cuestión filosófica de si los viajeros del tiempo pueden cambiar la historia.
A partir de ahí, las chicas son desplazadas constantemente en el flujo del tiempo, hacia el pasado y el futuro, conociendo, incluso, versiones futuras de ellas mismas y averiguando, por tanto, aspectos importantes de “su destino”.
La serie comenzó a publicarse en octubre de 2015, desde el principio tuvo una gran aceptación y ganó dos premios Eisner en 2016, por “Mejor serie nueva” y “Mejor dibujante/ entintador”, en 2017 Matt Wilson ganó por “Mejor colorista” por este y otros trabajos y el primer tomo recopilatorio de la serie ganó el Premio Hugo a “Mejor historia gráfica” también en 2017.
Muy en el estilo de Brian, la historia ha tenido periodos de descanso, esto para algunos es molesto, en mi caso, si bien no es algo que me agrade, estoy contento con los resultados pues retoma las historias con gran calidad, sin disminuir esta, parece que lo requiere para poder volver a enfocarse en las historias y el desarrollo de los personajes, justo como lo vemos en Paper Girls, donde vemos a las protagonistas evolucionar, madurar, tomar decisiones difíciles y seguir adelante. La trama es abiertamente feminista, sin caer en el cliché, muy bien trabajados los perfiles de cada una.
El dibujo de Chiang es muy bueno, en su estilo, trazos limpios, haciendo un gran trabajo en los aparatos o gadgets que las chicas van encontrando en sus travesías, además de los personajes y ropas de las distintas épocas, todo esto reforzado por los hermosos colores de Wilson quien otorga una paleta de colores distinta para cada época, mas “natural” hacia el pasado y más clara y brillante para el futuro.
Esta serie va ya en el #26, que inicia el último arco de la misma, este número lo describe la editorial “Paper Girls marcha hacia el final, tanto en sentido literal como figurado, de una manera intrigante. Después de la sorprendente conclusión del último número, está claro que cada una de las niñas está completamente fuera de su elemento, algo que este problema lleva mucho tiempo martilleando en casa. Si bien este problema se configura en gran medida para lo que está por venir, se hace de una manera que es visualmente hermosa y relativamente y marca el resto de la serie.”
En este número vemos a Erin despertar de un sueño bastante intrigante y que parece tener un mensaje premonitorio, se encuentra justo el día de Halloween, sin saber el año, pero hay personas pidiendo dulces, disfrazados de Donald Trump, Walter White, Pennywise en la versión de 2017, NInjago y 11 de Strangers Things, lo que nos da una pista de la época donde se encuentra, pero vemos un cielo completamente diferente al conocido, señalado, también, por las personas disfrazadas, vemos, también, como The Grand Father y su tripulación se encuentran varados en la cuarta dimensión por las acciones de nuestras protagonistas, a KJ atrapada en 1958, escapando de la policía de Cleveland y siendo atacada por un muchacho repartidor también de periódicos y a “Mac” varada en el mismísimo final del tiempo, junto con la Dra. Qanta Braunstein, conocida como la inventora del viaje en el tiempo y diagnosticada como “paciente cero” del virus 4DC que padece Mac y quien se ha dirigido al futuro distante para morir, junto con el planeta, debido a su enfermedad incurable, por último, nos enteramos que Tiffany se ha trasladado al futuro y conoce a un duplicado genético de Erin, en una época donde, al parecer, ha concluido la guerra contra los Old-Timers y han alcanzado una utopía armoniosa.
La historia es buenísima y seguramente el final no nos quedará a deber.
¿Tú la sigues? Si no es así ¿Qué esperas? aun estas a tiempo.
Calificación 9/10
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